Aunque la figura del contrato fijo discontinuo ya existía antes de la reforma laboral impulsada por el Gobierno, ahora se ha convertido en una de las piedras angulares en la política del Ejecutivo para intentar poner coto a la temporalidad en el mercado de trabajo. En este contexto, en el que lo que se pretende es impulsar la contratación indefinida restringiendo al máximo la temporal, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunció ayer en la sesión de control al Gobierno en el Congreso que la próxima semana se pondrá en marcha una campaña de inspección para detectar posibles fraudes en los contratos fijos discontinuos, una fórmula de relación laboral indefinida pero que se desarrolla de forma intermitente en el tiempo y que ha obligado a numerosas empresas de los sectores de consumo, servicios o turismo a convertir miles de empleos temporales en estables, ya sean fijos o fijos discontinuos.