Durante los últimos ocho ciclos electorales, únicamente en dos instancias (1996 y 2020) las acciones de pequeña capitalización en Estados Unidos no lograron superar el rendimiento de las grandes corporaciones, según información del banco suizo J. Safra. Los años electorales han visto, en promedio, un incremento del 9% en la rentabilidad de las small caps, en contraste con el 1% promedio en otros periodos desde 1992.
Este fenómeno podría atribuirse a la mayor concentración en la economía local durante las elecciones, ambiente al que las empresas de menor tamaño están más expuestas. Adicionalmente, muchas elecciones coincidieron con períodos recesivos, marcados por ventas intensivas en acciones de gran capitalización, como los años 2000 y 2008.
La semana pasada mantuvo una tendencia positiva en los mercados, impulsada por diversos indicadores macroeconómicos que sugieren un posible aplazamiento en los recortes de tasas de interés tanto en EE. UU. como en Europa. A pesar de que el deflactor del consumo en EE. UU. se ajustó a las proyecciones con un notable aumento en enero, impulsado por el sector servicios, los datos sobre ingresos personales mostraron un crecimiento, mientras que el Índice de Gestión de Compras (ISM) Manufacturero cayó, apoyando el ascenso en las acciones y en el precio de los bonos. Inicialmente, se esperaba que los recortes de tasas en EE. UU. comenzaran en abril, pero ahora se prevé que se retrasen hasta junio debido al temor a un sobrecalentamiento económico con inflación repuntante.
En la Eurozona, los datos preliminares de inflación de febrero indicaron un descenso menor al esperado, con el componente energético elevándose y no siendo contrarrestado por la caída en alimentos.
En cuanto a la renta variable, los índices estadounidenses continuaron su tendencia al alza, con el sector tecnológico liderando frente a sectores más defensivos como el de la salud o servicios públicos. El índice Russell 2000, que agrupa a las small caps, experimentó un aumento cercano al 3%. Por otro lado, el Stoxx 600 europeo cerró con leves ganancias, influenciado por la revisión de las expectativas de recortes de tasas del Banco Central Europeo (BCE) para 2024, destacando los sectores de recursos básicos y energía. En términos geográficos, Alemania sobresalió gracias a su controlada inflación, mientras que en mercados emergentes, China captó la atención con un alza en sus bolsas, anticipando posibles políticas monetarias relajadas para fomentar el crecimiento.
Los bonos vieron un aumento en sus precios hacia el final de la semana, alcanzando el rendimiento del Tesoro a 10 años su punto más bajo desde el 13 de febrero, influenciado por los informes del PCE y el ISM. Febrero marcó un récord con nuevas emisiones de bonos de grado de inversión, superando los 150,000 millones de dólares, lo que amplió los diferenciales de rendimiento.
En el ámbito de divisas y materias primas, tanto el petróleo como el gas natural vieron incrementos en sus precios, especialmente tras el anuncio de Chesapeake Energy, uno de los principales productores de gas en EE. UU., sobre significativos recortes de producción.
Se esperan importantes anuncios macroeconómicos en EE. UU., como el ISM de Servicios y el informe de empleo. La reunión del BCE será crucial para las decisiones de tasas en la Unión Europea, aunque no se anticipan cambios. La comparecencia de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ante el Congreso será clave para entender la futura política monetaria de EE. UU.