Historia de MVAFF: ¿Cómo nació MVAFF y cuál fue el camino que llevó a su fundación?
Después de dejar la banca, empecé a trabajar en una asesoría hasta que en 1994 arranqué mi proyecto en solitario. En aquellos momentos, el servicio habitual era la “asesoría clásica” que consistía en la mecanización de contabilidad, presentación de impuestos y responder a las preguntas que el cliente podría plantearte, pero siempre como un servicio más “mecánico” y ajeno a la propia dinámica de la empresa.
Cuando visitaba un cliente, me daba cuenta de que lo que realmente necesitaba era un acompañamiento en la toma de decisiones estratégicas vinculadas al campo económico, fiscal y financiero. Control de su propia actividad, contabilidad analítica, presupuestos, estrategias de inversión, rentabilidades, análisis sectorial, financiaciones, etc., es decir, que al margen de las gestiones obligatorias necesitaban un acompañamiento en la propia gestión diaria de su negocio. Fue así, como empecé a introducir el concepto de “outsourcing”, es decir, ayuda a la dirección de la empresa en la toma de decisiones.
¿Cómo fue el año 2023 para MVAFF y qué logros se alcanzaron?
Ha sido un muy buen año ya que hemos conseguido incrementar nuestra cifra de negocio por encima de las previsiones presupuestadas, incrementar la rentabilidad del despacho y, sobre todo, estabilizar el equipo humano a través de un proceso de delegación progresiva de responsabilidades.
Planes para el 2024: ¿Cuáles son los planes de MVAFF para el año 2024?
Para este 2024, tenemos la previsión de seguir con esta línea priorizando la mejora de los soportes técnicos -tecnología, medios telemáticos, software, etc.-, crecer en la penetración de nuestra marca en el mercado y potenciar el asesoramiento internacional.
¿Qué servicios ofrece MVAFF y cómo se expanden sus capacidades?
Nuestro despacho se centra en el asesoramiento fiscal, contable y financiero pero -a través de acuerdos bilaterales con otros despachos especialistas en cada materia- ofrecemos también asesoramiento en temas jurídicos, laborales, auditorías, seguros, subvenciones, riesgos laborales, protección de datos, asesoramiento internacional, etc.
¿Qué solicitan los clientes de MVAFF y cómo se ha adaptado la empresa a estas demandas?
Nuestros clientes nos piden cada vez más que les ayudemos en la toma de decisiones, es decir, más allá de las respuestas técnicas a problemas concretos, cuál es nuestra recomendación. Es algo que siempre hemos hecho (es uno de los parámetros básicos de nuestra filosofía de trabajo) pero que en estos momentos nuestros clientes más agradecen y reclaman.
Nosotros entendemos que esta debería ser la función de un auténtico asesoramiento, sobre todo en pequeñas y medianas empresas donde su estructura directiva está menos profesionalizada.
Consejos en la crisis que se está entrelazando: ¿Cuáles son los consejos de MVAFF para manejar la crisis que se está entrelazando?
De hecho, serían los mismos consejos que siempre hemos ido priorizando en nuestro trabajo desde siempre. Quizá la diferencia es que en los últimos tiempos estas crisis se han ido produciendo con una mayor continuidad y virulencia. El consejo podría ser el mismo, es decir, mantener siempre una política que no se centre en el corto plazo sino en el medio y largo plazo.
Ello hace incidencia sobre todo en parámetros de prudencia en términos financieros y patrimoniales, de seguimiento puntual de las evoluciones del mercado en cada sector (ver como se mueve la demanda, la competencia, avances tecnológicos, etc.) y priorizar la mejora de la eficiencia y mejora de la calidad del servicio por encima de criterios de rentabilidad. Este orden a veces se invierte con lo que los resultados suelen ser negativos para el propio negocio.
¿Qué tipo de inversiones aconseja MVAFF según el sector de actividad?
Dependerá, lógicamente, de cada sector en el que nos movemos. En sectores productivos sobre todo inversiones en tecnología y equipos productivos para no perder capacidad.