Si tienes una empresa, ya sabrás que es obligatorio realizar el cierre contable a final de año y el cierre del ejercicio fiscal.
Este momento es clave para cualquier negocio, por eso debes conocer en qué consisten.
¿Qué es el cierre contable de una empresa?
El cierre contable suele coincidir con el año natural (aunque con ciertas salvedades en función del tipo de empresa), por lo que se realizará el 31 de diciembre. Tras efectuar el cierre, las empresas deben presentar las cuentas a Hacienda en los seis meses siguientes.
¿Qué acciones hay que llevar a cabo para el cierre contable?
– Comprobar la coincidencia de datos. Debes verificar que los datos de contabilidad concuerdan con lo definido en el Libro Diario, para evitar cualquier error.
– Revisar el cuadro de cuentas establecido en el Plan General Contable.
– Restar las existencias no consumidas a las compras realizadas durante el año, para comprobar que no haya errores en las existencias actuales.
– Considerar tanto las deudas como los pagos pendientes de cobrar y que debemos hacer frente en el ejercicio contable siguiente.
– Ajustar los gastos e ingresos según el ejercicio contable al que hagan referencia.
– Regularizar los ingresos y los gastos de la empresa, es decir, la diferencia entre pérdidas y ganancias.
– Tener en cuenta el valor de las amortizaciones y el inmovilizado material.
– Cerrar los libros contables —libro de inventarios y cuentas anuales— de la empresa una vez realizado todos los pasos anteriores.
Al final del cierre contable, se realiza el asiento de regularización, esto es la diferencia entre los ingresos y los gastos de la empresa. Según el resultado, la empresa conocerá si este año ha sido de ganancias, en caso de resultado positivo; o de pérdidas si es negativo.
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