Control de Gestión es un proceso sistemático que permite a una empresa supervisar y evaluar su desempeño para alcanzar sus objetivos. Este sistema ayuda a identificar problemas, adoptar medidas correctivas cuando sea necesario y ajustar estrategias en tiempo real.
Aquí se presentan 10 señales que indican la necesidad de un Control de Gestión:
Pérdidas o rentabilidades muy bajas o en declive
Empresas que han experimentado pérdidas o bajas rentabilidades en ejercicios anteriores necesitan urgentemente implementar un Control de Gestión. Esto indica que algo no está funcionando bien y se requieren cambios inmediatos.
El Control de Gestión proporciona herramientas para analizar las finanzas en detalle, detectar problemas antes de que se agraven y formular estrategias para mejorar la rentabilidad. No solo ayuda a revertir las pérdidas, sino que también establece una base para un crecimiento sostenible a largo plazo.
Falta de objetivos claros y medibles
Una empresa sin objetivos claros y medibles no tiene una ruta definida. Sin estas métricas, es imposible evaluar el progreso de manera efectiva o determinar si las estrategias funcionan y si se necesitan ajustes.
Ausencia de planificación económica y financiera detallada
La planificación económica y financiera actúa como un mapa que guía a la empresa hacia sus metas, asegurando una asignación eficiente de recursos y estabilidad financiera. La falta de planificación lleva a una gestión reactiva, enfrentando problemas solo cuando surgen y no anticipándose a ellos.
Falta de una visión estratégica a largo plazo
La visión a largo plazo es crucial para guiar el crecimiento y adaptación de la empresa. La planificación basada en esta visión permite anticipar tendencias, prepararse para desafíos futuros y aprovechar oportunidades emergentes. Sin esta planificación, la empresa podría tener dificultades para adaptarse a cambios significativos.
Inexistencia de control y seguimiento continuo
Sin control y seguimiento continuo, las desviaciones de los planes pueden pasar desapercibidas hasta que se conviertan en problemas graves. El monitoreo regular permite detectar y corregir rápidamente cualquier desviación, asegurando el cumplimiento de los objetivos.
Ausencia de Indicadores Clave de Rendimiento (KPI’s)
Los KPI’s son esenciales para medir el éxito y eficiencia de las operaciones. Sin ellos, es difícil evaluar el rendimiento y detectar áreas que necesitan mejoras. Los KPI’s permiten tomar decisiones informadas y enfocarse en aspectos críticos para el éxito empresarial.
Problemas de liquidez
Los problemas de liquidez indican la necesidad de un mejor Control de Gestión. Una planificación financiera detallada y el seguimiento constante del flujo de caja son esenciales para anticipar y mitigar dificultades futuras.
Desconocimiento de la situación financiera y patrimonial real
La falta de información precisa sobre la situación financiera y patrimonial puede llevar a decisiones basadas en suposiciones incorrectas, aumentando el riesgo de errores y disminuyendo la eficacia de las estrategias.
Toma de decisiones sin información fundamentada
Las decisiones basadas en datos precisos y análisis detallados son cruciales para minimizar riesgos y maximizar oportunidades. Sin información adecuada, las decisiones pueden basarse en suposiciones incorrectas, llevando a estrategias ineficaces y pérdidas significativas.
Ausencia de gestión de riesgos
La falta de una gestión de riesgos efectiva deja a la empresa vulnerable a amenazas que pueden afectar su estabilidad y crecimiento. La gestión de riesgos implica identificar, evaluar y mitigar posibles riesgos, anticipando decisiones que deben tomarse para evitar pérdidas inesperadas y daños a la reputación.
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