Trate su negocio con #pasión

La mayoría de negocios se han visto sacudidos en cuestión de días. Sin margen para reaccionar. Sin margen para lamentarse. Sobre todo, la Pyme.

No ha habido tiempo apenas para encajar el golpe: Solicitud de créditos, expedientes de regulación de empleo, gestión de ayudas, etc. Todo en tiempo récord. De acuerdo, primera etapa “superada”. Pero ahora toca reaccionar.

Los factores externos actuales no los podemos cambiar. Pero sí podemos (disculpad, debemos), analizarlos. Y aprovecharlos al máximo. Sin duda.

Pero oigan, debemos mirarnos a nosotros mismos. Es el momento. Lo siento, pero en las próximas líneas no voy a descubrir la fórmula mágica que permitirá que su negocio escale a niveles insospechados. Ni tampoco voy a decir nada que no sepan ya. Pero sí quiero permitirme el lujo de recordarles cosas que nunca deberíamos olvidar:

• Hay que vivir con pasión. Nuestro negocio merece que le tratemos con la pasión y entusiasmo del primer día.
• Merece que le preguntemos qué tal se encuentra: ¿Las ventas bien? ¿Qué tal anda la tesorería?
• Merece que le escuchemos hablar de su pasado: ¿Qué pasó con aquellos clientes? ¿Por qué no pudimos invertir en aquella nueva maquinaria?
• Y merece que le ayudemos a trazar un futuro. Con pasión y actitud. Estableciendo una ruta.

Cada negocio, por pequeño que sea, merece ser tratado como el mayor de todos. Sólo si lo hacemos de este modo podemos tener la mayor probabilidad de éxito y viabilidad.

Repito. Todos los negocios son GRANDES. Es igual si tu negocio tiene cientos de empleados o ninguno. Depende cómo le trates, así será.

Mucha gente me ha agradecido durante estas semanas que esté ahí. ¿Pero cómo iba a ser de otra manera?
Su negocio es importante. Muy importante. Y yo tengo la suerte de ser su asesor. De ayudarle con las finanzas, con la fiscalidad, con la gestión laboral, etc.

En definitiva, estoy a su lado cuando le habla a su negocio. Y su negocio merece que se le trate con pasión.

¿Qué me dice, charlamos con su negocio?