Este enfoque innovador, surgido recientemente como una ventaja derivada de la situación pandémica, se conoce como «Workation», un término que combina las palabras inglesas para trabajo (work) y vacaciones (vacation). Esta tendencia introduce una modalidad laboral en la cual los empleados pueden llevar a cabo sus responsabilidades profesionales desde lugares habitualmente destinados para el descanso y el ocio. La adopción de estrategias de trabajo más flexibles, facilitada por el auge del trabajo a distancia, ha demostrado ser beneficiosa, incrementando significativamente la satisfacción de tanto empleadores como empleados.
Con la relajación de las restricciones de viaje impuestas por la pandemia, la adopción del workation comenzó a expandirse, cruzando fronteras y siendo cada vez más incorporada dentro de las estrategias corporativas.
Desde el punto de vista de la gestión empresarial, el workation se presenta como una estrategia eficaz para atraer y retener talento, así como para fortalecer la imagen de la compañía, factores de gran importancia en el panorama actual.
Aunque se promueve como un beneficio para el empleado, es esencial que esta modalidad no afecte negativamente los procesos empresariales. Por ello, no es inusual que las empresas delimiten un periodo específico para la realización de workation, que comúnmente oscila entre 15 días y 3 meses.
Aspectos Legales y Prácticos
En términos de normativa en España, el trabajo remoto se regula bajo diversas modalidades según la Ley 10/2021, destacando el trabajo a distancia y el teletrabajo. El primero permite realizar parte de las tareas laborales fuera de las instalaciones de la empresa, mientras que el segundo implica el desempeño total de las actividades desde un espacio externo, usualmente el hogar del empleado.
El workation, cuando se lleva a cabo dentro del mismo país, tiende a ser un proceso relativamente simple bajo el marco jurídico actual, el cual ofrece la flexibilidad necesaria para adaptar y negociar condiciones acordes a esta nueva forma de trabajar.
No obstante, la complejidad aumenta al elegir destinos internacionales para el teletrabajo, enfrentando a las empresas a desafíos legales en cuanto a la legislación laboral aplicable, obligaciones fiscales, y cuestiones de Seguridad Social, dado que generalmente se aplica la legislación del país donde se efectúa el trabajo.
Antes de adoptar políticas de workation, es crucial considerar cuatro aspectos principales:
– Cuestiones migratorias: Es esencial estar al tanto de las normativas sobre permisos y visados, las cuales varían en función del país y la duración de la estancia.
Legislación laboral aplicable: Aunque la modalidad de workation se considera temporal, la legislación laboral del país de origen suele prevalecer. Sin embargo, es necesario evaluar la legislación del país anfitrión en caso de ofrecer condiciones más favorables para el empleado.
– Legislación de Seguridad Social: Por norma general, la legislación de seguridad social aplicable sería la del país anfitrión, pero existen acuerdos que permiten mantener la legislación de origen, bajo ciertas condiciones, por hasta 24 meses, extensibles hasta cinco años.
– Aspectos Fiscales: Es importante analizar las normas de residencia fiscal en ambos países, aunque se presume que, por ser períodos cortos, el empleado puede mantener su residencia fiscal en el país de origen.
En conclusión, aunque el workation abre nuevas posibilidades para empleados y empleadores, es fundamental tener en cuenta los aspectos legales tanto en el país de origen como en el de destino. Aunque es técnicamente viable, se aconseja que las empresas consulten a especialistas en movilidad global de trabajadores para una implementación efectiva.
Fte: “Workation: equilibrio entre trabajo y descanso”, de Daniel López, de Baker Tilly