Entrevistamos a Carlos Blanco, abogado de María de Molina 1 Gestión y Asesoramiento, nuevo despacho surgido de la fusión de los despachos madrileños Aztarain, Blanco & Garrido y Bufete Noviciado.
¿Qué nos puede contar de su trayectoria profesional?
Estudié derecho en la Universidad Complutense de Madrid, y durante los cinco años estuve colaborando como asistente en un despacho de Procuradores, que me permitió tener una visión directa del mundo práctico del derecho, que por desgracia en aquella época los estudios eran eminentemente teóricos.
Al finalizar los estudios, hace más de 25 años me incorporé al despacho profesional de Fernando Aztarain, que fue mi mentor y me inculcó la pasión por el derecho, tomando la decisión de centrarme en los campos del derecho penal y civil esencialmente.
Dadas las características del despacho, lo esencial era dar un servicio personal y directo a los clientes para que se sintieran en todo momento asistidos y que la relación perdurará a lo largo de los años, y es algo que hemos conseguido, pues he de manifestar que la mayoría de nuestros clientes son «fieles» y en muchos casos han pasado incluso a ser amigos.
El ámbito de actuación del despacho ha sido, es y será esencialmente procesalista, pues nos encontramos e nuestro hábitat «peleando en los juzgados», lo que en ocasiones no es agradable, pero como el derecho no es una ciencia exacta hay que contar con todas las posibilidades y asumir cualquier resultado.
La profesión ha cambiado radicalmente desde que comencé a ejercer y pondré como ejemplo que antes los abogados teníamos prohibido hacer publicidad, y en la actualidad en la radio hay casi más anuncios de despachos jurídico que de colonias en navidad, por lo que no nos queda más remedio que adaptarnos a los nuevos tiempos, y al mercado que es el que manda.
¿Cómo nació María de Molina 1 Gestión y Asesoramiento?
Pues nació precisamente para adaptarnos al mercado y modernizarnos, dado que los despachos individuales tienen los días contados, según mi opinión.
Hay que globalizar servicios y dar al cliente lo que demanda, que son servicios integrales de asesoramiento en todos los ámbitos, de una forma más profesionalizada.
La constitución de una sociedad profesional fue el primer paso para dar un cambio radical, que hemos culminado con una reforma integral de nuestras instalaciones, modernizándolas, creando una marca comercial, y sobre todo con la unión de otro despacho juicio «BUFETE NOVICIADO», que ha supuesto la integración de tres nuevos profesionales.
¿Qué se ha ganado con la fusión?
Creo que hemos ganado profesionalidad, imagen y servicio a los clientes, pues lo cierto que es que todos nos están felicitando por el cambio.
Existe un nuevo ambiente de trabajo, mucho más dinámico, que los propios clientes están captando y entendiendo, lo que a mi criterio nos da una mejor imagen y proyección a futuro.
¿En qué valores se fundamenta María de Molina 1?
Como pensamos que lo que está bien no hay que cambiarlo, hemos tratado de dar continuidad a los valores que sirvieron a Aztarain-Blanco-Garrido, a crecer y mantenerse en un mundo tan competitivo, y por ello nuestra premisa es dar un servicio personalizado y de calidad a los clientes, tratamos de ser un despacho cercano y que el cliente sienta que nos preocupamos por su asunto de principio a fin, pero siempre tratando los asuntos de forma profesional.
¿Han ampliado sus servicios?
Por una parte hemos incorporado algunas áreas nuevas a nuestros servicios, como son el derecho administrativo, extranjería, así como los servicios de gestión administrativa, ampliando nuestro personal, para realizar cualquier tipo de actuación ante organismo públicos o privados, domiciliación de sociedades, etc.
Pero por otro lado hemos reforzado las áreas esenciales del despacho, civil, penal, mercantil, laboral, contabilidad y fiscal, para ampliar nuestra cartera de clientes, y poder darles los servicios de forma personalizada.
¿Qué nos puedes decir del nuevo equipo profesional?
Son tres profesionales de mundo del derecho, con una experiencia de más de 25 años de ejercicio, que tenían un despacho consolidado.
Nos conocíamos desde hacía muchos años, con alguno de ellos incluso hice la carrera, y la verdad es que en cuanto les propuse esta «aventura», no lo dudaron ni un minuto y la verdad es que hasta la fecha los resultados no pueden ser más satisfactorios.
¿Qué características diferenciales cree que tiene su firma respecto de la competencia?
Aunque me repita creo que nuestra firma se distingue esencialmente por el trato directo y personalizado a los clientes, que saben quién se va a encargar de sus asuntos desde el principio al final, y que está de forma constante informados de la marcha de su proceso.