Entrevista a Nuria Marcos – Directora General

¿Por qué Pons es un referente dentro de las patentes y marcas?¿Qué puede ofrecer Pons a los miles de pequeños despachos repartidos por toda España?

Aparte de la experiencia de más de 60 años dedicados a la propiedad industrial que nos hace sentirnos seguros de que los servicios que ofrecemos son de calidad y muy adaptados a las necesidades del tipo de cliente que nos lo demanda en cada caso, nuestro know how proviene fundamentalmente de que tenemos unos equipos técnicos muy sólidos. Somos un equipo de más de 110 personas en el que tenemos más de 25 técnicos de patentes y otros tantos de marcas, es un equipo muy grande, de gente muy formada y con mucha experiencia.

¿Cómo se posiciona PONS como Agencia de Propiedad Industrial?

Somos la segunda Agencia en número de solicitudes de marcas comunitarias de clientes españoles. También abarcamos muchos campos técnicos, como la biotecnología, la química,la farmacia, energías renovables y software. En el área de marcas tenemos un equipo muy especializado en mercados como el español, el comunitario y el americano que nos permite dar soluciones concretas en función de cada caso.

¿Qué ofrecéis a los pequeños despachos de abogados?

La propiedad intelectual tiene dos ramificaciones, una parte muy técnica y una parte muy jurídica. Al final, un despacho demasiado multidisciplinar es difícil que tenga expertos en todas las ramas, o especialmente en marcas o patentes. Pons nació como una agencia destinada a resolver necesidades que surgen en el campo de la propiedad industrial a los despachos de España. Nos gusta, por tanto, fomentar mucho las relaciones con los colaboradores.

Voy al ejemplo. Imaginemos una empresa gallega que desea registrar asuntos de propiedad industrial con Pons pero a través de su despacho de referencia. ¿Lo podéis hacer?

Claro, tenemos la ventaja de adaptarnos a las necesidades de cada compañía. Si el cliente quiere que hablemos con su despacho de referencia, nos resulta muy cómodo. Nosotros tratamos de favorecer esta línea de colaboración con pequeños bufetes y para ello, lo que hacemos es detraer una parte de nuestros honorarios para nuestros despachos colaboradores. De hecho, nuestro sistema de gestión nos permite enviar comunicaciones múltiples con el orden que le determinemos, y sobre todo, este servicio no encarece la gestión para la empresa, institución, organismo público que necesite un registro en España o en el extranjero.

¿Cómo podéis ayudar en la internacionalización de una marca?

En América Latina acabamos de abrir una oficina en Bogotá (Colombia) para acortar los tiempos pero también para racionalizar los costes y que al cliente español le salga más económico cualquier registro en América Latina. Nos interesaba un país que estuviera en el centro de la región, con un personal muy cualificado en propiedad industrial y una gran seguridad jurídica. Luego también estamos en California que es el primer estado de Estados Unidos en producción de patentes, con una oficina de representación, para que los clientes americanos se relacionen con Latinoamérica y los europeos puedan enviar sus trabajos a Estados Unidos. En un futuro, nos interesa el mercado asiático, pero primero queremos consolidar estas oficinas.

¿Cómo ha evolucionado el sector de patentes y marcas en España en este último año? ¿Esta trayectoria marca la «salud económica»de un país?

La propiedad industrial y en concreto, las patentes y las marcas siempre han sido considerados internacionalmente como un indicador de la situación económica de los diferentes países. Ocurre que, efectivamente, si un país va bien y existe una mayor creación de empresas habrá más solicitudes de marcas, que al final es la protección del nombre de esa empresa o del nombre de los productos y servicios que vende en el ámbito comercial. En patentes existe un cierto decalaje respecto a la realidad, al estar relacionado con los indicadores de I D.
No obstante, hay un tipo de empresas que en ningún caso pueden plantearse no proteger sus patentes como son las empresas farmacéuticas o biotecnológicas, donde la base de su negocio son las patentes. En estos casos, lo que sí se produce es la limitación del número de países extranjeros a los que van, algo que hemos detectado en estos últimos años. En vez de hacer 10 ó 15 patentes al año, a lo mejor hacen cinco.
En el último año como la inversión en I D pública se ha reducido en España, la consecuencia final es que se han hecho muchas menos patentes que en ejercicios anteriores. Como en España se patenta mucho en el ámbito público en comparación con lo privado pues se ha notado una bajada importante, progresivamente ha ido bajando la inversión en I D y el dinero público para hacer patentes.

Patentar lleva tiempo ¿Es lo que quiere decir con ese decalaje?

Sí, los trámites llevan cierto tiempo en propiedad industrial, especialmente en patentes, entonces qué ocurre, la situación económica empieza a ir mal pero ya has iniciado las solicitudes de patentes ese año o los años anteriores, hasta que eso llega a ser una patente extendida en varios países pasan unos 30 meses (lo normal es utilizar una vía que se llama PCT). Hasta que no pasan dos años y medio o tres años, realmente no se empieza a notar tanto que se ha reducido ese número de extensiones internacionales, que es lo que está ocurriendo.

Entonces, la drástica reducción que hemos visto este año en el número de registro de patentes y marcas se debe más a una selección de las patentes que a una falta de actividad ¿cuál es su opinión?

Yo lo achaco a la disminución en el sector público de presentación de solicitudes. Es una caída de la investigación pero más por decisión propia porque tienen que recortar su presupuesto que por falta de procesos para registrar pero sirve también para hacer una investigación más útil. Ahora parece que todos los organismos públicos y privados se están mostrando más racionales a la hora de patentar, más selectivos. Las universidades, las OPIS, los hospitales sólo están patentando aquello que realmente es útil y no sólo los que les da cobertura a los curriculum iniciadores, así que también tiene una lectura positiva.

Y el futuro del sector, ¿cómo lo ve?

Una marca es el activo más importante de una compañía y eso siempre será positivo para Pons. Nosotros empezamos hace 60 años con todo tipo de cliente. Hace diez años cambiamos nuestra estrategia para dar respuesta a las grandes compañías. Actualmente, nuestro perfil de cliente es un 60% gran empresa, entre un 20% ó 25% pymes y resto, universidades. A buen seguro, que la propiedad intelectual irá evolucionando a medida de las necesidades del mercado, como es el hecho de que hoy en día compañías como Harley Davidson tenga registrado el peculiar sonido de su moto, algo que hasta hace poco no se podía porque para registrar el sonido hacía falta un pentagrama.

¿En el registro de patentes y marcas, en qué destaca nuestro país?

En turismo, comercio, biociencia y energías renovables somos muy buenos.