Puede contarnos cómo y por qué se fundó la firma hace 70 años?
Como bien sabes, la creación de la firma proviene de la amistad de dos personas Manuel Cristeto y Alfonso Ruiz, que como hemos comentado viviendo ambos en Salamanca, su relación se forjó durante su estancia en Ceuta en las milicias universitarias y a la vuelta de ese período en Junio de 1954, siendo uno abogado y el otro perito mercantil, decidieron montar la Gestoría Mays. Les puedo el carácter emprendedor de ambos, que demostrarían a lo largo de sus vidas con la creación de muchos otros negocios, dejaron de trabajar para otros y decidieron dar el arriesgado salto de crear un negocio propio.
¿Quiénes fueron los fundadores y cuál era su visión inicial para la firma?
Manuel Cristeto y Alfonso Ruiz, ellos tuvieron la visión de en vez de llevar las contabilidades de las empresas desde dentro como estaban haciendo cada uno por su cuenta, juntos serían capaces de dar este mismo servicio de forma externa a un mayor número de empresas, poniendo su experiencia profesional como abogado y perito mercantil al servicio de los clientes que quisieran externalizar estos servicios en dos profesionales jóvenes, pero con una buena experiencia en estos ámbitos. A partir de ahí siempre fueron muy activos y se dieron cuenta que las personas y las empresas demandaban una gran cantidad de servicios profesionales que ellos tenían la capacidad de resolver.
¿Cómo ha evolucionado la firma a lo largo de las décadas?
Por la época de la que estamos hablando, y dentro del sector que nos movemos, le evolución fue constante, pero a un ritmo lento, poco a poco, fueron ganando clientes, se vieron obligados a ir incorporando personal de la manera que se hacía entonces, se contrataba a la figura del “botones” que solía ser alguien muy joven (incluso menor de edad) y se le iba formando y sacando a la luz sus aptitudes a lo largo de los años, en nuestra empresa se han jubilado ya personas con toda una carrera profesional realizada exclusivamente en Gestoría Mays y con más de 45 años de cotización. Hay que ponerlo en su contexto y entender como era este mundo el los años 60. La evolución posterior llevó a la firma en la época de los 80 a ser ya un despacho relevante para la época con unos 13 trabajadores, a partir de la incorporación de la hija de D. Manuel y la mía propia en los noventa, hicimos un crecimiento más rápido llevando el despacho a los actuales volúmenes con unos 30 empleados, triplicando en estas dos décadas el volumen de facturación.
¿Cuáles han sido los hitos más importantes en la historia de la firma?
Los hechos más relevantes fueron el paso de ser un negocio de dos profesionales, a la incorporación de los primeros empleados en los años 60, la posterior movilización de la empresa a una ubicación distinta en un despacho con 3 plantas en la que ya el número de empleados rondaba los 10 por la época de los 70 y principios de los 80. Y posteriormente a medidos de los 80, en el 85 hubo un nuevo cambio de ubicación a la actual y la incorporación de nuestra generación que dio paso al incremento de personal y facturación a partir de los años 90 y 2000. En los últimos años es destacable también el crecimiento inorgánico que estamos realizando con la adquisición de carteras externas.
¿Qué cambios significativos ha visto en el sector legal desde entonces?
Los cambios son enormes, un cambio que creo todos somos capaces de reconocer en el sector, es la constante adaptación del mismo a las nuevas tecnologías que han ido surgiendo a lo largo de los años, desde la realización de las tareas manuscritas a la aparición de la máquina de escribir, los papeles cebolla y los calcos, a las máquinas de escribir eléctricas, a la aparición de los primeros ordenadores con IBM a la frente con sus sistemas 32, 34, 36 y la llegada del AS/400, la aparición de los primeros PCs y así hasta la reciente IA, creo que ha sido un sector que por obligación hemos sido la vanguardia en la adaptación a tecnologías que se iban consolidando en nuestro mundo. No será un sector disruptivo en tecnologías experimentales, pero es un sector de los que primero deben adaptarse a las tecnologías que triunfan en el mundo.
Una vez destacamos la tecnología como primer factor de cambio de nuestro sector, a nivel legislativo, todos sabemos que estamos en un país en continua legislación cambiante, lo cual no es que sea un cambio significativo, sino que es una constante en nuestra profesión, es decir, es algo que nos obliga a estar en una absoluta formación continua, no podemos dejar de estudiar las diversas legislaciones que sufren cambios constantes a velocidades increíbles, no creo que nadie que lea estas líneas recuerde un IRPF exactamente idéntico de un año para otro sin ninguna modificación, y así con cualquier otra legislación, local, autonómica, nacional o internacional que nos afecte.
También creo que esta capacidad de adaptación de nuestra profesión, nos hace darnos cuenta de que los clientes también cambian en sus necesidades y lo que antes consistía en una ayuda casi mecánica para la realización de tareas más o menos complejas en su relación con las diferentes administraciones, vemos que va evolucionando a la necesidad de un asesoramiento cada día más personalizado que les permita adaptar sus empresas o sus patrimonios a los constantes cambios que hablamos proponen las diferentes administraciones y legislaciones. Por lo tanto el sector ha evolucionado de una mayor manualidad de trabajos a una mayor especialización en asesoramiento personalizado.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado la firma en estos 70 años?
Mantengo la idea de la continua y constante adaptación a los cambios, en despachos que no tengan esta antigüedad, quizás no se tiene una conciencia tan acentuada sobre la importancia de adaptarse rápidamente a estos constantes cambios, pero cuando lo ves con la perspectiva del tiempo, eres consciente de que los despachos que perduran en el tiempo, son buenos en esta tarea de adaptarse.
¿De qué logro de la firma se siente más orgulloso?
Si hablo personalmente, me siento orgulloso de haber cogido una firma en los años 90 consolidada y junto con mi socia, haber sido capaces de llevarla hasta el nivel actual, como siempre se comenta en la empresa familiar, crear algo de la nada es lo más difícil, pero coger el testigo de lo creado y no echarlo por la borda, tampoco es una misión sencilla, creo que en nuestro caso, los socios actuales, hemos sido capaces de tomar el testigo de nuestros antecesores y ser capaces de subirlo a un nivel superior, lo cual es para sentirse orgulloso.
¿Cómo ha logrado la firma mantener su relevancia y éxito a lo largo de tantos años?
Para mí el secreto ha estado en la profesionalidad y seriedad de nuestro trabajo por una parte y el cuidado y atención que hemos puesto por un lado en nuestra gente, en nuestro equipo por un lado y en nuestros clientes por el otro. Creo que la combinación de estos tres factores han sido la clave del éxito.
Nunca nos hemos dejado llevar en nuestro trabajo por la vía fácil y rápida de crecimiento, que normalmente tiene mucha velocidad, pero poca resistencia. Hemos apostado siempre por el lado de la constancia y los objetivos a largo plazo.
Siempre hemos sido consciente que somos lo que son nuestros empleados, es un sector en el que a nivel que creces te das cuenta que el equipo humano es el centro de todo y creo que hemos sido capaces a lo largo de tantos años de tener a nuestra gente implicada en el proyecto, sabiendo que lo importante son las personas y que si ellas no están bien, nada de lo demás va a funcionar.
Por otro lado también nos hemos preocupado de nuestros clientes, de darles la ayuda y el asesoramiento que han necesitado en cada etapa de su negocio o de su vida, siendo coherentes en nuestro mensaje y lo más profesionales posibles en la ejecución de nuestro trabajo. Hay empresas que han pasado de padres a hijos y a nietos que siguen siendo clientes nuestros.
¿Qué valores cree que han sido fundamentales para la longevidad y el éxito de la firma?
Fundamentalmente la profesionalidad y la honradez en nuestro trabajo, nunca hemos querido sacar un beneficio de una posible situación si esta no beneficiaba a nuestro clientes. Esto a veces no es reconocido de manera inmediata, pero a la larga te das cuenta que es un valor que acaba saliendo y que te hace perdurar en el tiempo.
También hemos intentado tratar a nuestro equipo como a nuestra familia, es decir dándoles las mejores opciones posibles de trabajo en la medida de las posibilidades que la empresa ha ido generando a lo largo del tiempo.
¿Cómo describe la cultura interna de la firma y cómo ha cambiado con el tiempo?
La cultura ha cambiado poco desde sus inicios. Ha cambiado poco, porque la mejor manera de denominar a nuestra cultura interna es la de que tratamos de ser buena gente, de hacer lo mejor posible nuestro trabajo y en la medida de lo posible disfrutar con ello.
Es cierto que hemos evolucionado mucho desde los inicios, pero el fondo tanto en la época de nuestros predecesores, como en la nuestra ha sido el mismo, rodearnos de buena gente y tratar de que hagan su trabajo en las mejores condiciones posibles con todos los inconvenientes que el día a día ya se encarga de ponernos delante. Si eres buena persona y eres capaz de rodearte de gente mejor que tú, y tratar de que estén a gusto en su día a día, en general la cosa suele funcionar bien y durar en el tiempo.
¿Cómo ha cambiado la relación con los clientes a lo largo de los años?
Como hemos comentado, la evolución ha sido constante, tanto en la demanda que estos nos han ido haciendo, como en el nivel de servicio que les hemos ido prestando.
Como dije hemos ido evolucionando de una trabajo más manual de solución de problemas en su trato con las administraciones a cada vez ir profundizando nuestra atención en el asesoramiento personalizado y la especialización en lo que nuestros clientes van necesitando a lo largo de su propia evolución como personas físicas o como empresas. Hemos tratado de que nuestros clientes fueran capaces de dedicar el máximo tiempo posible al “core” de su negocio y tuvieran la confianza necesaria en nosotros, para delegarnos todo el resto de áreas de su negocio que no fueran el centro de su trabajo, haciendo así que fueran lo más eficientes posibles.
¿Qué papel ha jugado la innovación en la historia de la firma?
Pues según hemos dicho, ha sido una constante a lo largo de nuestra historia. Tanto los fundadores como nosotros, siempre hemos tenido un carácter curioso e innovador y nos ha gustado meternos en el barro de las novedosas implantaciones que nos iba proponiendo la tecnología en nuestro sector. Siempre hemos sido de los despachos pioneros en la implantación de nuevas tecnologías y creo que muy pocos despachos podrán decir que contaban con sistemas de IBM 32,34, 36 o AS/400 en los años 80-90 e igualmente hemos innovado en los servicios por internet, para dar servicios a nuestros clientes 24/7/365 cuando no era la norma habitual y ahí tratamos de estar siempre, ahora con la IA y todo aquello que se nos vaya presentando.
¿Cuáles son sus planes y objetivos para el futuro de la firma?
Ahora mismo estamos inmersos en la incorporación de la siguiente generación de la familia, que ya llevan con nosotros un año y pico y preparándonos para los inmensos cambios que este relevo generacional nos tiene que llevar a realizar. Es otra nueva fase apasionante, que antes hemos vivido desde un lado y que ahora nos toca realizar desde el lado opuesto. Lo hacemos con toda la mochila llena de la experiencia que hemos acumulado y con la frescura de nuevas generaciones que seguro llevarán nuestro despacho y nuestro sector a lugares que de momento no hemos sido capaces ni de imaginar.
Los objetivos siguen siendo los mismos, cuidar bien de nuestra gente y de nuestros clientes, darles el servicio más profesional posible y hacer que la empresa siga activa y viva en los próximos años. Tarea fácil de decir, pero ya sabemos que más compleja de realizar de lo que parece.