Raimundo es también asesor y conoce las necesidades del sector jurídico y de asesoramiento. Sabe perfectamente cuáles son las problemática a las que se enfrentan. Y como es muy inquieto, decidió que de algún modo podía ayudar: A las firmas y a sus clientes. Esta es la razón de ser de Cumulus Cloud Staffing, que es el departamento de legaltech del despacho Grupo Gie.
Aunque llevan desde 1986 asesorando a empresas y autónomos en asuntos laborales, fiscales y jurídicos (Raimundo es segunda generación), ahora, desde 2019, también lo hacen en #seguridadinformática y nuevas tecnologías.
¿Qué es Cumulus cloud by Gie? ¿De dónde surge la idea o su nacimiento se va produciendo de forma natural?
Cumulus Cloud es nuestra legaltech que surge, por un lado, de nuestra propia inquietud innata y, por otro, de la preocupación que tenemos de proteger y salvaguardar los datos personales de nuestros clientes que es, en definitiva, el gran activo de cualquier despacho: su cartera de clientes. Con el auge de las TIC, los datos son un valor en alza, pero al mismo tiempo su vulneración es un peligro en aumento. Es raro la persona que no haya sufrido un ciberataque o, al menos, un intento de ciberataque.
¿El hecho de proceder del sector de los despachos profesionales crees que hace que podáis entender mejor su problemática?
Quizás nos hace más perspicaces para entender que si, por alguna casualidad, pierdes o te hackean los datos de tus clientes, tienes un serio problema legal. Además, está en juego tu credibilidad como despacho. Y eso no tiene precio. Cuando un cliente sufre una intromisión en su información personal debido a una brecha de seguridad en el despacho, precisamente no te va a tratar con condescendencia. Si queremos que los clientes nos vean como sus aliados, debemos ser rigurosos en la custodia de sus datos personales.
¿Qué servicios ofrecéis en Cumulus Cloud?
Ofrecemos una triple solución. Son varios anillos de servicios que el cliente puede elegir según su nivel y bolsillo.
En primer lugar, tenemos las copias de seguridad encriptadas. Ofrecemos un sistema 3, 2, 1: 3 copias de seguridad online diarias, en 2 formatos diferentes y 1 copia alojada en sede física en la UE. Este es el servicio básico.
Luego tenemos la huella digital, que consiste en vigilar y cuidar de la reputación digital de un cliente. Averiguamos qué información hay de una persona en internet y, si desea eliminarla, le damos todo el soporte técnico y legal.
Y por último, ofrecemos un ciberseguro para cubrir posibles eventualidades y reclamaciones de terceros.
¿A quiénes os dirigís?
Especialmente al despacho profesional: asesoría, gestoría, despacho de abogados. Nos preocupa mucho el profesional, porque es una persona de especial confianza para el cliente, pero, al mismo tiempo, el profesional es quien está más expuesto.
Además, solemos ser quienes estamos en mitad del cliente y de la Administración. Somos quienes representamos, intermediamos para todo. Al final, como digo, somos los primeros en responder cuando algo sale mal. Hay una parte que sí me gustaría destacar, y es que cada vez se cometen más delitos por internet (mobbing, bulling, acoso sexual, estafa, etc). En este sentido, el servicio de la huella digital puede ser una herramienta muy útil para recabar pruebas. Al fin y al cabo, un juicio se gana o se pierde por las pruebas. Por eso confiamos en que los despachos de abogados valoren muy positivamente esta herramienta.
¿Cuáles son vuestros elementos y características diferenciales?
La primera es que a pesar de ser una empresa tecnológica, pensamos como un despacho legal. Comprendemos a nuestro cliente porque es nuestro semejante. Y esa empatía es fundamental para identificar lo que necesita el cliente. Nosotros no damos cualquier solución; damos lo que el cliente necesita. Ni más ni menos. Otra ventaja o característica es que nuestro servicio es 24/7. El proceso de copias de seguridad está monitorizado y cualquier incidencia tiene un tiempo de reacción no superior a 4 horas. Y por último, destacaría que nuestros clientes no están encima de nosotros. Huimos de la comodidad. Somos siempre proactivos, de manera que siempre estamos dando consejos a nuestros clientes, invitándoles a eventos, divulgando contenido útil, etc. Somos, en ese sentido, muy pedagógicos.
¿Es consciente la gente del rastro que va dejando por la internet o de la huella digital que van dejando?
No todo el mundo. Además, el comportamiento del usuario tampoco es el mismo. No es lo mismo la huella digital que deja una persona de mediana edad en Facebook, que la que deja un joven de 15 años en tik tok. Ahora todo es más efímero, pero se viraliza con mayor rapidez. El contenido es más explícito y con menos filtros.
Realmente no somos conscientes de qué tanto saben de nosotros en internet. Por ejemplo, cada vez es más usual que, en un proceso de selección, se investiguen a los candidatos en internet (sobre todo en las redes sociales). Yo mismo, como abogado, cuando tengo que hablar con un compañero o un contrario, lo primero que hago es averiguar qué sale de él en google, saber con quién voy a tratar. Imagínate si me encuentro una foto o un comentario inapropiado. Además, nadie piensa que nuestra huella digital quedará ahí cuando nosotros ya no estemos en este mundo. ¿Quién cuidará de nuestra memoria?. La verdad es que la huella digital es un nuevo paradigma en esta era. Internet es la Cueva de Altamira del siglo XXI.
¿Cuáles son vuestros proyectos de futuro?
Ahora queremos incursionarnos en el Metaverso y ofrecer a nuestros clientes un espacio seguro donde tengan visibilidad y puedan hacer negocios. El mundo digital ha trascendido las fronteras conocidas, y el Metaverso es algo todavía muy inhóspito. Nosotros queremos enseñar a nuestros clientes qué es, qué ventajas tiene y que no se queden atrás en la vanguardia de la tecnología.
Os habéis presentado al premio del servicio más innovador dentro del sector de los despachos profesionales, que organizamos desde ProDespachos y la La Revista Emprendedores, ¿por qué creéis que vuestro servicio es el más innovador?
Bueno, nosotros tenemos una parte divulgativa muy importante. Llevamos ya cuatro años dando clase en institutos y colegios, bebiendo de las inquietudes de la gente joven (que son los empresarios del futuro), tratando de conocerlos mejor y aprender también de ellos. El emprendimiento parece que sólo tiene espacio en la universidad. Nosotros estamos yendo a las aulas escolares, a alumnos a partir de los 15 años. No solo les damos formación, sino mentorías en nuestra propia sede. También acercamos al mundo académico a las empresas, damos la posibilidad de que el talento joven encuentre su espacio y oportunidad en la empresa privada.
Desde Grupo Gie tenéis una gran conexión con el mundo de los emprendedores. ¿Qué consejos les dais de cara al mes de otoño? ¿Cómo deberán hacer frente a la crisis, si es que llega?
Yo sigo mucho al doctor Mario Alonso Puig, que dice que las palabras tienen un poder curativo. Y es cierto. A mi no me gusta hablar de recesión, crisis y demás catástrofes. Si quieres emprender, no puedes tener una actitud derrotista. No cabe el pensamiento negativo. Todo lo contrario, hay que ser optimista. Y esto empieza con el lenguaje con nuestro yo interno. Eso del “yo puedo”, funciona. Y yo mismo lo empleo con mis clientes y alumnos. Por lo tanto, el primer consejo es tener una mentalidad positiva.
El segundo consejo es que si llega una crisis, debemos estar convencido de dos cosas: la primera es que es pasajera (nada es eterno), y la segunda es que la vamos a superar. Ya superamos la crisis del 2008 y la del Covid. Yo animo a mis clientes a que no se enroquen en su “atalaya”, a que salgan, se exhiban, investiguen e inviertan. No podemos estar parados por miedo a la crisis. Ante la crisis, hay que invertir. Tanto en estructura interna como en fuerza de venta. Porque cuando se salga de la crisis, estaremos preparados para recuperar lo que se haya perdido por el camino.