El uso del teléfono móvil privado en horario laboral puede ser objeto de sanción.

El empleo del teléfono móvil personal durante el horario laboral puede resultar en sanciones disciplinarias si la empresa ha notificado expresamente su prohibición y el trabajador incumple esta norma. Este fue el caso ratificado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en un incidente que involucró a una vigilante de seguridad en la empresa Tabisa (Transportes Blindados SA). Durante 30 de los 45 minutos de su turno, la trabajadora consultó su dispositivo personal, a pesar de conocer la política de la empresa al respecto. Como consecuencia, recibió una suspensión de empleo y sueldo de 30 días, decisión que fue respaldada por diversas instancias judiciales.

La sanción se basó en la calificación de falta muy grave según el artículo 74.12 del Convenio Colectivo Estatal para las Empresas de Seguridad. La empresa argumentó que, al distraerse con su teléfono en lugar de vigilar los monitores, la trabajadora permitió la entrada no autorizada a una zona restringida del aeropuerto, lo que llevó a consecuencias graves.

Aunque la empleada firmó la carta de sanción y la cumplió, posteriormente argumentó que no se le había dado audiencia al delegado sindical y que la incidencia no se debió a su uso del teléfono, sino a problemas técnicos. Sin embargo, tanto el Juzgado de lo Social número 9 de Santa Cruz de Tenerife como el TSJC desestimaron estas reclamaciones, afirmando que el uso del teléfono durante más de la mitad del tiempo laboral en un puesto de vigilancia es incompatible con las responsabilidades del trabajo.

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