La tasa Tobin, el impuesto sobre las transacciones financieras que grava desde el día 17 de enero con un 0,2% la adquisición de títulos de bolsa española, tendrá un impacto “mínimo” en España, en opinión del profesor del CEF.- Centro de Estudios Financieros y socio fundador y director de Castellana Consultores, Rafael Ruiz.
Redacción CEF.- Media
Preguntado por CEF.- Media por los efectos que pueda tener en España en el corto y medio plazo la entrada en vigor de esta nueva tasa impositiva, el profesor Ruiz estima que “el impacto sobre las transacciones que se llevan a cabo diariamente en el mercado será mínimo, prácticamente inexistente”.
A su juicio, “es difícil pensar que el hecho de gravar las operaciones financieras sobre acciones con un 0,2% de impuestos vaya a generar distorsiones en las empresas cotizadas que afecten a su liquidez o financiación de su capital”.
Sobre si esta nueva tasa podría desincentivar la inversión entre los minoristas, el profesor del CEF.- opina que “en absoluto”, pues, argumenta, “no parece lógico que quien esté pensando en invertir una cantidad de 100.000 euros vaya a desistir de su decisión de compra por un coste adicional de 200 euros que supondrá el impuesto”.
“Si quitamos un cero y hablamos de 10.000 euros”, explica, “el coste añadido por el impuesto serían 20 euros, en general menor que la comisión que puede cobrar la entidad financiera por intermediar en la operación”.
Tampoco cree Rafael Ruiz que el impuesto perjudique la transparencia del mercado bursátil al incentivar que algunos inversores hagan operaciones fuera de las bolsas con el fin eludirlo. “Por un lado, es complicado para la mayoría de los inversores realizar operaciones al margen de los circuitos financieros habituales, bancos, entidades e intermediarios financieros. Por otro lado, la ley prevé varios casos en los que define quien es el obligado a ingresar el impuesto. Y no debemos olvidar que el contribuyente último del impuesto es quien compra las acciones”.
“Además”, añade el profesor del CEF.-, “estamos hablando, según datos de la propia Agencia Tributaria, de 56 empresas afectadas por esta tasa, aquellas que tienen una capitalización bursátil superior a los mil millones de euros”. “En teoría”, subraya, “la tasa Tobin debería soportarla el intermediario financiero que transmita o ejecute la orden de adquisición”
Sobre las comisiones, Ruiz indica que el contribuyente del impuesto es el adquirente de los valores. En algunos casos, detalla, será el propio inversor directamente y en otros el intermediario financiero. Pero, sin duda, “cuando sea el intermediario financiero, el 0,2% de impuesto acabará recayendo en el inversor vía comisiones”.
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